Por fin en casita. La verdad es que Amberes me ha sorprendido gratamente, pero el lunes se hizo un poco pesado, con toda esa lluvia y todas esas horas de aeropuerto. Voy a intentar contaros con un poco más de detalle lo acontecido en los mundiales de ME:CCG.
Para mí el viaje comenzó de una manera tranquila el jueves. Por la mañanita último repaso a las cartas para llevar (olvidando alguna, por descontado), terminar de hacer la maleta y al aeropuerto. El vuelo se retrasó un poco lo que me hizo tener que correr un poco más de la cuenta para llegar al Youth Hostel en el que me esperaban Agustín y Sra.
De allí, en tranvía hasta el sitio donde íbamos a jugar. Vaya pasada de sitio. En mis muchos años de jugador no he visto nada igual. Para los que conozcan el mundillo de Madrid me recuerda a Generación X de Luna, pero sin comics y muchos más ordenadores. Esa no es sin embargo la diferencia fundamental; el BAR. Como leéis, el sitio tenía una barra de aceptables dimensiones donde se servían cafés, refrescos, cerveza, etc. No sé si ponían cubatas, pero el abanico de posibilidades que abre un local así son enormes. Si se tiene en cuenta que está en pleno centro para nosotros era una verdadera sorpresa que un local así fuera viable.
Una vez allí saludamos/conocemos a mucha gente y unos cuantos decidimos ir a tomar algo y cenar. El centro de Amberes es bastante bonito y con el calor que hacía (algo inusual según nos comentaban los lugareños) las calles bullían de actividad y se llenaban de terrazas muy apetecibles.
Terminamos zampándonos una fuente de pasta enorme en una terracita al lado de uno de los muelles del puerto (el 3ª del mundo, para el que no lo sepa). Agustín estaba jugando el Dream Cards pero luego se decidió a volverse con nosotros. Todavía no sabíamos si los que no teníamos plaza asegurada para el sábado tendríamos que jugar un clasificatorio o no. Quedamos en que llevaríamos los mazos para jugar y si éramos más de 32 se jugaría. Yo no tenía pensado mazo para el viernes (y no quería enseñar al menos uno de mis mazos para el sábado) así que me encontré con el problema de tener que montarme mazos para un hipotético clasificatorio. Cuando llegamos a la habitación conté con la inestimable ayuda de un comité de sabios que ni Kasparov consiguió reunir en sus mejores momentos: Coro, Antonio, Marc y una botella de Johnny Walker, Sprite y Red Bull al gusto que nos había subvencionado un amable aborigen.
Al final de mucha charlas, discusiones, propuestas, gritos, peleas, chistes y cubatas llegué a la conclusión de que usaría el mazo que tenía pensado usar al inicio
El viernes unos cuantos se fueron a conocer Brujas, mientras Marc, Coro y yo nos metíamos en el subterráneo del local. Al cabo del rato me dicen que no hay clasificatorio: joder, a desmontar ahora los mazos y dejaros otra vez en “formato sábado”.
Hay dos torneos esa mañana: Sellado del Ojo o Cartas Vrituales. No soy nada aficionado de los sellados, pero jugar un torneo del que conozco 0 cartas me atrae aún menos. Además, así me hago con cartas en inglés, que la mitad de las cartas de minino que tengo están en francés. Empezamos mal; los mazos están en alemán. Joder que putada. Algunas de las cartas no tenía ni puta idea de lo que hacían, y muchas otras teníamos que preguntar el texto exacto. Mientras Marc y yo nos vamos haciendo los mazos nos descojonamos de lo malos que son y de las masacres que se verán durante las partidas. También le digo que nos va a tocar en primera ronda.
Minion Sealed
Ronda 1: Marc Roca
Hay que joderse acertar con eso. El tío que organizaba aquello era un poco melón. Nos tocó juntos porque nos apuntamos juntos y el manolo que hacía los emparejamientos no tuvo la lucidez mental de barajar un poquito los papelitos.
Marc comienza como un ciclón llevándose un buen botín de Minas Tirith y poniéndose rápidamente en torno a los 12 puntos. A partir de ahí, mis adversidades empezaron a funcionar y cayeron al menos un par de bichos suyos. Mis recursos tardaron en entrar pero al final pude pegar un arreón interesante y cuando contamos los puntos teníamos los mismos. Pues muy bien, un empate malo para los dos :-p
Del resto de partidas no recuerdo demasiados detalles. Mis adversidades causaban bastantes estragos, doblando puntos siempre, y los recursos tiraban suficientemente bien. La única que recuerdo un poco más fue la última, en la que todavía tenía posibilidades de ganar. Me tocó un chaval majete pero poco rarillo. De primeras comienza él con una salida de personajes elegante entre la que se incluían Gorbag y Ulkaur; dos pinos cuando la mayoría de la gente se tiene que conformar con uno o ninguno. Su primer movimiento es mover a Gorbag, Ulkaur y un Troll Palurdo a la Puerta de los Trasgos. Le digo que eso está muy bien, pero que primero me juegue unas Órdenes de Lugbúrz por aquello de los líderes y tal. Se me queda como vaca mirando al tren y me dice que es verdad, que no se había dado cuenta, y que así lo había jugado todas las partidas anteriores. Genial. Dejo al tío rectificar. Mueve a todos menos a Gorbag allí. Yo tengo la mano cargada de amor: Elfos Errantes, Hijos de Reyes y arañas a cascoporro. El tío ni se inmuta. Ahí comienza su recital de cómo no fallar ninguna tirada. Para mi desgracia esa fue la tónica general de la partida. De todas las tiradas que hizo (más de quince) sólo falló un par de ellas para facciones en las que iba a 11s. Casi ná. Evidentemente no consigo frenarlo y se pone bastante por delante y convoca. Yo remato la partida salerosa fallando el chequeo de corrupción de un anillo (a 4s) y dejándole que me doble objetos para sacar a última hora un 6-0. La cara de tonto que se me queda dura unas cuantas horas.
Después de aquello nos fuimos a cenar. Kris se había currado una reserva en las mazmorras de Dol Guldur. Nos comimos unos típicos mejillones (como entrante, ¡eh!) y alguna especialidad más y con Coro y Marc nos trincamos una botella de vinito blanco cada uno, ¡fresquísimo!
La noche en sí daría mucho de sí para algunos. Los prudentes nos fuimos a una hora decente a la cama, previa discusión sobre la sexualidad en la obra de Tolkien digna de los más sesudos catedráticos. Los otros, se quedaron por ahí armándola, pero eso han de contarlo voces más autorizadas que la mía. Lo que sí sufrimos algunos fue el ataque de un incursor, no sé si orco o dunlendino, pasadas las cuatro con la intención de robarnos el güisqui.
Con esto que muy pronto llegó el sábado. El gran día.
La hora del desayuno revela algunos excesos de la noche anterior y algunos miembros de la expedición están a punto de causar baja. Llegamos al local sin demasiado problema y ya adivinamos el calor sofocante que nos tocará pasar el resto del día. Respecto a mis mazos; llevo servidores. Contra héroes juego un Sauron de cosecha propia que es de lo más arriesgado (o no). Contra FW y Minion un Balrog de lobos ultra-innovador (o tampoco).
Ronda 1: Aborigen belga majete
Siento no recordar el nombre del chaval. Se le veía un poco fuera del metajuego, lo que no siempre es bueno. Sin embargo, esto le costó un poco caro al muchacho.
Comienza con una compañía de cuatro hobbits en la que destaca Pippin. Digo destaca porque no tengo ni puta idea de lo que pintaba allí el pobre Tuk. Yo me siento con fuerzas porque en mi mano inicial tengo el Río Abajo y sé que puedo reciclarlo un montón de veces gracias a mis adversidades (Puertas + 3 Avanzadillas).
De mano me baja a Gandalf en Rivendel y para mi sorpresa me dice que se queda en el refugio (ni mete banquillo ni ná). Yo me quedo buscando la cámara oculta pero me repongo rápido. Le pongo unos permanentes y me completo. Él juega el Anillo de Mago y me pasa el turno. La Cañadespaña.
Resulta que su mazo era de hobbits por Eriador. Un poco (muy) lento pero muy seguro. O eso creía él. Evidentemente no le puedo colar muchas criaturas, y menos cuando en el segundo turno me juega Baya de Oro, pero hay muchas otras formas de putearle. Mientras tanto yo voy a lo mío, haciéndome mis puntitos y pasando bastante de sus adversidades.
El punto de inflexión vino, no obstante cuando no se acordó de usar la otra habilidad de Baya de Oro (la de cancelar los efectos que te obligan a volver a casa). Gracias a ese despiste mi pobre oponente sufrió de forma consecutiva: Beornings (a casa), Tormenta de Nieve (y vuelve). Cuando por fin pudo salir de los Puertos Grises le cayó un Pilfer y un Perdido en las Regiones Libres. Yo había convocado y no hubo tiempo para más. De todas formas y a pesar de los tres últimos turnos sólo pude arrancar un 38-20. (5-1). 5 ptos.
Ronda 2: Mikko Vithemaki FW: Radagast ultraseta en Ettemoors
Mikko es un jugador de mucho prestigio conocido internacionalmente. Además acaba de machacar al pobre Antonio, que lleva un mazo muy parecido al mío. Sin embargo yo me veo bien. Tengo ya muchos pelos en los huevos como para achantarme ante nadie y creo que es un buen enfrentamiento para mí. Además llevo las adversidades contra malos contra los FW, con lo que de serie llevo cositas de las pocas que frenan un poco a ese mazo.
Sale él un poco atascado y de entrada le caso un Hedor de Mordor. Eso le frena un poco más, ya que Rhosgobel empieza a oler un poco mal y al pobre Radagast se marea al principio de cada fase de lugares. Por otra parte sólo tengo que concentrarme en putear al Troll, su única fuente de puntos. Se libra por los pelos del Pilfer, revelando a Goldhros justo el turno antes de que se lo intente levantar. De todas formas entre Adunaphel y los Jolgorios (dos de base y metiendo el tercero del banquillo) consigo frenarlo bastante. Sólo al final, cuando juega las Salas de Fuego, comienza a levantar cabeza. Aún así para entonces ya es demasiado tarde. Mis lobos han aguantado un chaparrón de Montaraces (y yo reciclando Huidas como un animal) y tengo una buena renta de puntos.
También tengo claro que cuanto más dure la partida mejor irá para él, por lo que no arriesgo y convoco en cuanto termino el mazo. Yo tengo 34 puntos (contando que le doble objetos, cosa fácil) y él 19. En su turno juega a Threlin y va a la desesperada a la Cima de los Vientos para teleportarse via Granjero Maggot a las Quebradas y Gulla baja a por una piedra de luz. La primera compañía se encuentra con demasiados ríos para poder hacer algo, mientras que al valiente enano de Carn Dum le pongo de verano con un Ser Innombrable (aunque no consigo matarlo). En Rhosgobel se hace dos aliados con el Guante de Radagast (yo creía que sólo se podía hacer uno por turno, pero Kris el árbitro dio la razón a Mikko). Eso cierra el resultado en 34-23 y se me escapa el 5-1. (4-2). 9 ptos