Hola chicos.
Lo primero, quiero agradecer a los organizadores el curro que se pegaron para que todo saliera tan bien, al menos, lo que yo viví, que, la verdad sea dicha, llegué el último y me fui el primero. Me lo pasé en grande y me divertí un montón. Lo segundo, quiero disculparme por haber esperado casi una semana para este agradecimiento; no tengo perdón, aunque como excusa pondré que quería colgar un pequeño report de las partidas que jugué y hasta que no lo he terminado no he entrado al foro. ¿Aceptamos barco...?
Viernes.
Después de un agradable viaje en tren de más de 3 horas, seguido por un precioso colofón en un cercanías de otra horita, me recogen en la estación Imanol y Jordi Pesudo y me comentan que han cambiado el torneo de cartas por torneo de lavadoras. Así que después de una primera ronda en la que perdemos contra el programa de centrifugado porque no sabemos cuánto dura y nos convoca antes de lo esperado, nos retiramos y decidimos que se nos dan mejor las cartas. Total, que llegamos y cuando procedo a empezar a saludar a la gente ya tengo varias voces amenazantes (ilustrísimas, por cierto, jejeje) que me instan a dejar de socializar y a hacer el mazo de los cinco ejércitos. En tal ardua tarea pierdo casi todas las pocas energías que me quedan después de haberme levantado a las 6.30 de la mañana. Alternando la pizza con las cartas, preparo rápidamente unos no muy pensados mazos de héroes de elfos por bastiones libres y otro de minions por bastiones de la sombra (y pasando de pisar el brezal que caen dragones muy chungos).
Primera ronda: Imanol.
Las grandes mentes pensamos igual, así que no me sorprendo cuando Imanol se presenta con Círdan, Glorfindel y un hijo de Elrond. Hemos construido una baraja bastante similar. No recuerdo demasiadas cosas de la partida excepto que Imanol sufre un ataque continuado de tiradas desastrosas y su compañía cae desastrosamente ante corrupción (el mago) y algún dragón de hielo (el resto, salvo un sorprendente Círdan que sobrevive a todo). Yo tampoco es que haga una gran partida, fallando a Smaug la primera vez y no consiguiendo el ejército norteño. Al final, la batalla no arregla el desastre de Imanol en nada. 5-1.
Segunda ronda: Agus.
Agustín me sorprende con un original mazo de minions encubiertos liderados por La Boca. La partida comienza con Agus sacando los hombres del bosque y yo a los elfos del bosque. Mis adversidades no le afectan demasiado porque los ents salidos no se ven atraídos ni sexualmente ni nada por sus personajillos. En algún momento Agus arriba en el Monte Gundabad para sacar los orcos y yo decido hacerle una visita para socializarnos un poco. Durante el viaje, alguien le debe haber dado el chivatazo a La Boca, porque desaparece del grupo mágicamente (se la sube a la mano por la adversidad) y me quedo sin poder repartirle amor. Después de asesinar a un Threlin que no se entera de nada y a otro chavalín que no da puntos, La Boca viene a matar y ella y Gulla se largan a la casa de Beorn a intentar robarme a los peludos hombres-osos mientras el teniente de Dol Guldur se compra un árbol de tronco negro en Sarn Goriwing. Pero no contaban con Gandalf, que también les da cariño, aunque no consigo cepillarme al hablador. Como es menester, decido que mis elfos se pasen a visitar a sus personajes, que están en mi casa (bueno, la de Beorn) y tengo que ser un buen anfitrión. Mientras, mi mago se va de allí y trata de llegar a la fortaleza enana, aunque un río lo para. Otra dosis ineficaz de amor. En el que será el último turno de Agus, se mueve con todo quisqui a la montaña solitaria y he aquí que entra en juego el factor azar para devolverme jugarreta de la partida anterior. Su teniente sobrevive a un ent sin girarse y los otros dos muchachos llegan también en condiciones. Así que entra, cancela y saca la facción. En mi último turno, mis elfos se van a jugar Orcrist y las tiradas empiezan a hacer de las suyas, pues Círdan cae miserablemente, aunque por lo menos Aragorn (jugado bajo el mago) saca los enanos para completar la alianza. La batalla está igualada, pero, para continuar la serie de catastróficas desdichas, Agustín mata a mi pájaro y yo no a su árbol, así que encima me consigue doblar aliados. Tras algún que otro ridículo de mis elfos, palmo 2-4.
En un estado lamentable, solicito al resto que se apiade de mí y posponer la última ronda. Ante la negativa, juego una desaparición y me voy a dormir, después de preparar mis mazos del sábado. Contra héroes me animo a jugar un mazo de Anillo Único que monté hace un par de años pero que sólo he jugado una vez en torneo (y gané el campeonato de Madrid). Es un mazo pensado para tirarme todo lo que pase por mi mano y vaciar la baraja muy rápido; está pensado para, jugando tan sólo tres turnos, poder presentarse en el monte del destino con todo lo necesario para tirar el anillín. Eso sí, el estado de la compañía para entonces puede ser deplorable. Cuantos más turnos, más seguridad. Contra minion juego un mazo de hobbits dragonero con Pallando y los elfos de Lindon (tenía una versión más divertida de este mismo mazo con cuerdas élficas y el ejército de los muertos, pero Mikko, el actual gurú de las reglas me dijo que nanay).
Primera ronda: David Neldoreth.
David se ha construido un mazo costero, aunque el genial bebedor de pacharán sabe que ha metido una facción del sur pero no sabe cuál. Empiezo la partida yendo a Lórien y pasándolas canutas antes un exterminador y dos emboscadas (maldito fronterizo...). Él baja a Ost-in-Edhil a jugar un anillo de oro. En el segundo turno, juego un anillo de oro con un gran camino y un broche con Gandalf. Él se mueve a Las Piedras con un gran barco (creo) pero no roba nada. Mi siguiente destino es Minas Morgul, donde llego a salvo gracias a quince pájaros en quince abetos y juego el pergamino. Él, queriendo jugar la facción, decide moverse a un lugar al azar (Lond Galen) a ver si suena la flauta, pero no la robó (además, la facción resultó ser... la del valle de Erech
). En mi cuarto turno, aparezco en el monte y tiro el anillo. 7-0.
Segunda ronda: Manu.
Manu juega un mazo de Balrog lobero, con dos compañías donde combina un troll gigante con unos orcos enclenques. Mis adversidades de puertas de la noche y sombras asfixiantes van a ser muy útiles. Mi mazo empieza un poco lento, aunque seguro (me salvo de los ositos cambiapieles en el primer turno), así que Manu toma la delantera. Meto cartas del banquillo como un loco: dos sombras asfixiantes, dos montaraces de arthedain y una sombra expectante para frenarle. Entonces llega el turno devastador: primero yo me tengo que enfrentarme como buenamente puedo a Itangast y Smaug de caza, pero tengo lo suficiente para evitarlos; luego, a la compañía de Las Torres Blancas de Manu le caen dos montaraces de arthedain y un Gandalf tras lo que el lugar queda como un desierto (Umagaur huyó con la palantír al caer enderezado contra un montaraz y tener la potra de sacar justo un 9 en el chequeo). Tras este turno, las tornas se invierten y la partida se decide. 5-1.
Tercera ronda: Quique.
Quique lleva un mazo que ya conocemos todos donde una compañía con sigilos baja a las profundidades en Dol Guldur para tras un paseo ascender en Mordor con Aiglos, el yelmo, fuegos y trolls, mientras el teniente se queda en casa jugando la facción y los senescales. Un mazo muy, muy seguro, y muy potente. Desde luego, si al final de tu baraja se quedan tus tres nazguls y una avanzadilla con los que meter del banquillo, es muy difícil. Mis hobbits vuelven a no estar a la altura, un poco lentos, sólo que encima esta vez, la jugada de antes Itangast-Smaug me funde por completo. A Quique no le paro nunca porque no he podido banquillear lo suficiente (y mira que llevaba cartas para este emparejamiento...), así que hace su partida, me convoca con 28-29 puntos y doblando aliados. En mi último turno, muevo a Círdan y Pallando al Bosque Viejo a por Tom y Quique me juega un Asesino a Círdan. Hago cuentas y me sale que para forzar el 5-1 tanto me da Tom que matar al bicho, así que me esfuerzo en ello y... muere el elfo. Qué raro. 0-6.
Cuarta ronda: Antonio Ilustrísima.
Antonio lleva un mazo de Mordor con senescales. La diferencia es que ahora no tengo enfrente los sigilos y puedo mover el mazo bastante más rápido. Mis hombres púkel, mercenarios y demás cantinela (sobre todo, Golodhros) le frenan en seco, mientras mis hobbits por fin hacen una partida en condiciones. A pesar de poder convocar rápido, decido esperar para hacer más puntos dado que a Antonio le estoy frenando todos los turnos y asegurar los 6 puntos, que me hacen mucha falta. Dos turnos después, con casi 40 puntos, convoco. Sus senescales salen de casa, y consigo herir a uno con un mercenario. 6-0.
Quinta ronda: Álvaro Sauloth.
Álvaro lleva uno de los mazos más arriesgados que he visto en mi vida. Sale en un refugio oculto, se mueve a las quebradas y las convierte en refugio y Beretar sale en Bree y lo convierte en refugio
. Un mazo muy seguro, pero demasiado lento para mi petanillos. Sus adversidades de corrupción, no obstante, pueden serle más útiles, aunque aquí me ayuda el hecho de cambiar la compañía de elfos de la versión anterior a enanos (inmunes a la naturaleza). En mi primer turno, paso por los campos gladios a recoger un anillo de oro. En el segundo, voy a Lórien y cojo dos broches. En el tercero, toca Minas Morgul y el pergamino. Y en el cuarto, tras meter en el mazo y robar in extremis el Anillo Único (casi se me olvida, y hubiera sido un ridículo gordo gordo; de hecho fue Álvaro quien me dijo algo así como "Ya habrás robado el único, ¿no?" cuando estaba mirando mi banquillo para meter el tercer examen del mago y un cancelador antes de moverme y yo "Ehhhh..." y quito el cancelador y meto el anillo), voy al monte y lo tiro. 7-0.
Al final, son 25 puntos y un segundo puesto muy delicioso. Eso sí, se me aparece un problema, porque yo venía a jugar el general Y el drinking. Pero es que no contaba yo con pasar a la final, y quiero cambiar los mazos porque no quiero jugar con el anillo dos días seguidos. Pero no me quiero perder el drinking. Así que después de descartar el no jugarlo, me decido por jugar la primera ronda y luego retirarme...
(Dejo para otro día el resto...)