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Hechos Insolitos

Publicado: 22 Dic 2005 09:47
por DurinVII
A ver, antes de nada: este es un post para gente con muuuuucho tiempo libre. Son pr?cticas auto-impuestas para perfeccionar mi manejo del teclado, y con ellas me he puesto a copiar algunas de las anécdotas que iba leyendo de "El Libro de los Hechos Insólitos" (mas adelante editaré y pondré el autor y la editorial, por si a alguien le interesa). Aqu? solo hay unos 110 "hechos insólitos" de los mas de 1500 que hay en el libro. Los aqu? expuestos son los que, a mi parecer, son mas curiosos de la primera mitad del libro... Ya colgaré los de la segunda mitad cuando acabe de escribirlos...
Como no me deja escribirlos todos en un solo mensaje lo dividiré en varios trozos... (æHabré batido el record de post mas largo?)...


Casualidades y coincidencias

El 15 de diciembre de 1664 se hundió un barco en el estrecho de Menay, en la costa norte de Gales. Murieron 82 pasajeros, todos los que compon?an el pasaje, salvo un hombre llamado Hugo Williams. El 5 de diciembre de 1785 otro barco se hundió. Perecieron 60 pasajeros y hubo un ?nico superviviente, llamado Hugo Williams. El 5 de agosto de 1860, el hundimiento de un tercer barco provoco la muerte de 25 pasajeros, y el ?nico superviviente se llamaba, como no, Hugo Williams

Los 5 hijos del matrimonio estadounidense formado por Ralph y Carolyn Cummins nacieron un 20 de febrero pero de distintos a?os: Catherine, en 1952; Carol, en 1953, Charles, en 1956; Claudia, en 1961, y Cecilia, en 1966. ”Todo un milagro de exactitud! Teniendo en cuenta que se ha calculado que la probabilidad de que 5 hermanos no gemelos tengan la misma fecha de nacimiento es de 1 contra 17.797.577.730.

En la primavera de 1975, un bebe cayo desde una altura de 14 pisos en la ciudad estadounidense de Detroit, aterrizando sobre Joseph Figlock, ocasional transe?nte. Un a?o después, volvió a ocurrirle lo mismo al se?or Figlock con otro ni?o. En ambos casos, los dos implicados sobrevivieron.

Acusado de impiedad y herej?a a la muerte de su protector el rey Carlos V de Francia, el constructor de la ciudadela de la Bastilla, Hugues Aubriot (æ? ? 1382), preboste de Paris y constructor también del Ch?telet, el puente de Saint Michel y el primer sistema de cloacas abovedadas de la capital francesa, fue la primera persona encerrada en la Bastilla, cuado esta paso a ser c?rcel. Sin embargo, inaugurando otra costumbre, el pueblo se amotino y lo libero.

Hay ocasiones en la que la historia parece rizar el rizo de la verosimilitud. Es el caso de lo sucedido al rey Humberto I de Italia (1844 ? 1900), que cierto d?a de 1900 se asombro al observar que el propietario del restaurante donde cenaba tenia un gran parecido f?sico con el. Impresionado por la coincidencia, lo mando llamar y comprobó aun con mayor sorpresa que ambos hab?an nacido el mismo d?a del mismo a?o (14 de marzo de 1844); que el propietario estaba casado con una mujer que tenia el mismo nombre de pila que la reina (Margarita), y que hab?a abierto su establecimiento el mismo d?a de su coronación (9 de enero de 1878). Simpatizando con el ante tantas coincidencias, el rey invito al propietario del restaurante a asistir al d?a siguiente (29 de julio de 1900) a un festival atlético que su majestad iba a presidir en Monza. En pleno acto deportivo, poco después de que el rey fuera informado de que el retraso de su invitado se deb?a a que hab?a sido asesinado a balazos aquella misma noche, el anarquista Gaetano Bresci disparo mortalmente sobre el monarca.

En cierta ocasión, el erudito francés Jean Fran?ois Champollion (1790 ? 1832) visitaba el museo de Tur?n cuando en uno de sus almacenes encontró una caja que conten?a restos de papiros. A la vista de que nadie sab?a decirle de que se trataba exactamente, y viendo que estaban clasificados como material in?til, comenzó a investigar los fragmentos, reuniéndolos pacientemente y orden?ndolos. Resulto que se trataba de la ?nica lista existente de las dinast?as egipcias, con los nombres y cronolog?a de los faraones, un documento de incomparable valor histórico.

No es un hecho muy conocido que el Titanic, aquel buque insumergible que se sumergió en su primera traves?a oce?nica, fue construido a semejanza de un barco gemelo, aunque algo m?s ligero, llamado Olimpia. Al ser botado, el Olimpia choco contra el crucero brit?nico Hawke y tuvo que ser llevado a los astilleros de Belfast para su inmediata reparación.
Pero esta no es la ?nica casualidad o coincidencia notable con el Titanic. En una novela escrita en 1898 por Morgan Robertson (1861 ? 1915), titulada Futilidad, se narraba el hundimiento del buque transoce?nico de lujo Tit?n, calificado de insumergible, al chocar contra un iceberg en aguas del Atl?ntico, una noche de abril. En la novela, como en el caso real, la ineficacia de los planes de salvamento, la carencia de un n?mero suficiente de botes salvavidas y la extrema frialdad del agua hacen perecer a todos los viajeros. Lo curioso del caso es que esta novela fue publicada catorce a?os antes de que, en 1912, ocurriese el verdadero hundimiento del Titanic.
Y aun hay m?s. Parece ser que en 1935, veintitrés a?os después de hundimiento del Titanic, William Reeves, marinero nacido precisamente el mismo d?a que se hundió el trasatl?ntico, que estaba de guardia en su barco, tuvo un extra?o presentimiento e hizo detener la marcha al cruzar una zona de océano Atl?ntico cercana a donde se hab?a producido en 1912 aquella terrible cat?strofe. Al observar detenidamente la zona, se comprobó que aquella parada hab?a sido providencial, puesto que el buque estaba en rumbo de colisión con un gran iceberg. Lo m?s curioso de todo es que este tercer barco se llamaba Titanian.

Seg?n cuentan biógrafos aficionados a este tipo de curiosidades, la vida del compositor alem?n Richard Wagner (1813 - 1883) estuvo marcada por la sombra del numero 13. Adem?s de nacer en 1813, su nombre y apellido tienen 13 letras (en alem?n, la ch equivale a dos letras) y los n?meros de su a?o de nacimiento suman 13. Sintió su primer impulso musical un 13 de octubre. Sufrió un destierro de 13 a?os. Compuso 13 operas, terminando una de las mas famosas, Tannhäuser, un 13 de abril. Esta misma obra, que fue estrenada en Paris el 13 de marzo de 1845, estuvo 50 a?os sin ser repuesta hasta el 13 de mayo de 1895. Su primera actuación al frente de una orquesta se produjo en Riga, en un teatro inaugurado un 13 de septiembre. Se fue a vivir a Bayeuth a una casa que fue abierta un 13 de agosto y que abandono un 13 de septiembre. Su suegro, Franz Liszt, los visito por ?ltima vez el 13 de enero de 1883. Como no pod?a ser menos, Wagner falleció el 13 de febrero de aquel mismo a?o, en el que, por cierto, se conmemoraba el decimotercer aniversario de la unificación nacional alemana... No hay constancia de que Richard Wagner sufriera triscadeicafobia (es decir, fobia al numero 13), pero evidentemente habr? tenido razones para ello.

Los norteamericanos, muy aficionados a la b?squeda de coincidencias en las vidas de sus personajes ilustres, han se?alado una numerosa lista de ellas en las biograf?as de los presidentes Abraham Lincoln (1809 - 1865) y John Fitzgerald Kennedy (1917 - 1963). Para empezar, ambos fueron elegidos congresistas en 1847 y 1947, respectivamente, y designados presidentes en 1860 y 1960. Los dos median 1“83 m de estatura y sus apellidos tienen siete letras. Sus secretarios, apellidados, respectivamente, Kennedy y Lincoln, les aconsejaron no ir a los lugares donde ambos fueron asesinados. Los dos magnicidios ocurrieron en viernes, y ambos estadistas recibieron balazos en la cabeza, disparados desde atr?s y en presencia de sus mujeres (las cuales, por cierto, perdieron un hijo durante su estancia en la Casa Blanca). El asesino de Lincoln, Booth, disparo sobre él en el teatro Ford y se escondió en un almacén. El de Kennedy, Oswald, les disparo cuando viajaba en un automóvil de la marca Ford (modelo Lincoln) desde un almacén y se oculto en un teatro. Los magnicidas, cuyos nombres completos ten?an 15 letras en cada caso, eran sure?os y hab?an nacido en 1839 y 1939, ya ambos fueron asesinados a su vez horas después de cometer los magnicidios, sin haber confesado su autor?a. Los dos presidentes fueron sucedidos por los vicepresidentes Andrew y Lyndon Johnson, que eran senadores, demócratas sure?os y nacieron respectivamente en 1808 y 1908. æSer? todo esto puro azar?

Aunque posiblemente otros investigadores ya hab?an aislado previamente esta sustancia, el descubrimiento oficial del valor edulcorante de la sacarina se produjo en 1879 en el laboratorio del qu?mico estadounidense Ira Remsen, en el que trabajaba un joven cient?fico, de apellido Fahlberg, que dio casualmente con este importante descubrimiento. Cierto d?a, mientras Fahlberg almorzaba, noto un sabor dulce en la sopa y se lo hizo ver a la cocinera, la cual, indignada, probó el caldo y no noto el supuesto sabor dulce. A continuación, el cient?fico comprobó que el pan también ten?a el mismo sabor, lo que le llevo a sospechar que tal sabor extra?o ten?a otro origen. Intrigado, lamió la palma de su mano y advirtió ese mismo sabor. Enseguida volvió a su laboratorio y, tras un minucioso examen, llego a la conclusión de que el sabor dulce proven?a de una sustancia desconocida que hab?a surgido en el curso de su investigación sobre la hulla en busca de nuevos colores de reacción. Pronto la identifico y la patento con el nombre de sacarina.

Hub Beardsley, presidente de la empresa farmacológica Doctor Miles Laboratories, visito en el invierno de 1928 las instalaciones de un periódico de la ciudad de Elkhart, en el estado norteamericano de Indiana, coincidiendo con una fuerte epidemia de gripe. En el curso de la visita, observo que ninguno de los empleados del periódico sufr?a los s?ntomas de la enfermedad. Comentando la curiosa circunstancia con el director de la publicación, este le contó la causa: hab?a hecho que todos tomasen un remedio casero de su invención, consistente en una mezcla de aspirinas y bicarbonato a partes iguales. De vuelta a su empresa, Beardsley encargo a uno de sus qu?micos, Maurice Treneer, la fabricación de una pastilla con esa combinación. De esta forma casual nació, en 1931, el Alka-Seltzer.

En 1837, Edgar Allan Poe (1809 - 1849) publico Las aventuras de Arthur Gordon Pym, novela en la que se relata la aventura de cuatro supervivientes de un naufragio que, tras permanecer muchos d?as en un bote a la deriva -contando por ?nico "alimento" una botella de oporto-, acuciados por el hambre, deciden sortear entre ellos cual servir? de alimento a los dem?s, para lo que cortan cuatro pajitas, una de ellas mas corta, y eligen cada uno una. La fortuna quiere que el elegido sea un grumete llamado Richard Parker, al que sus compa?eros, seg?n lo pactado, asesinan y devoran. En 1884, cuarenta y siete a?os después, la yola Mignorette zozobró al sur del océano Atl?ntico, logrando salvarse sus cuatro tripulantes a bordo de un bote; acuciados por el hambre, decidieron asesinar y comerse a uno de ellos que, enfermo y desnutrido, se encontraba en franco estado agonizante. Se trataba del que hab?a sido grumete de la yola, cuyo nombre era Richard Parker.

En 1911 tres hombres apellidados Green, Berry y Hill asesinaron en su residencia de Greenberry Hill a sir Edmond Godfrey.

Las huellas mas antiguas que se conocen del primer antepasado del hombre, el Australopithecus Afarensis, fueron descubiertas en Laetoli, Tanzania, en el transcurso de un partido informal de f?tbol. Con una bo?iga de vaca como pelota se divert?an los miembros de una expedición cient?fica, cuando uno de los antropólogos cayó rodando por un terraplén y, paradójicamente a cuatro patas, se topó literalmente de narices con la prueba de que hace cuatro millones de a?os el hombre andaba erguido.

En 1840 el qu?mico germanosuizo Christian Friedrich Schönbein (1799 - 1868) experimentaba en su laboratorio dejando pasar aire seco entre dos electrodos conectados a una corriente alterna de varios miles de voltios cuando comenzó a percibir un cierto olor que, en un primer momento, identifico como el olor de la electricidad. Dado que dicho olor le recordaba al del cloro, llego a la conclusión de que lo que realmente estaba oliendo era una combinación inesperada de cloro con alguna otra sustancia que no reconoc?a. De este modo, ignorando lo que estaba oliendo realmente, acudió al griego y llamó a aquel gas desconocido ozono, es decir, en griego, ?yo huelo?, denominando a la forma mas reactiva del oxigeno con un nombre que resultó plenamente apropiado, pues si algo caracteriza a este gas es precisamente su penetrante olor.

El descubrimiento del papel secante se debe a un error y a una casualidad. En cierta ocasión, un empleado de una f?brica de papel de la ciudad estadounidense de Berkshire olvido a?adir la cola requerida durante el proceso de fabricación de papel de escritura. Como resultado de ello, aquella partida de papel hubo de ser almacenada como inservible y el empleado fue despedido. Sin embargo, poco después, el due?o de la fabrica uso utilizó una hoja de este papel inservible para secar unas gotas de tinta derramada y se dio cuenta de que absorb?a con extraordinaria rapidez, por lo que pod?a ser aprovechado como papel secante. De lo que no ha quedado constancia es de si el empleado fue readmitido en la empresa.

Hacia el a?o 80 a. de C. los soldados de una legión romana que invad?a el Asia Menor hallaron en un pozo unos manuscritos de las obras de Aristóteles y los llevaron a su general, Sila, quien ordeno que fueran llevados a Roma, donde fueron copiados r?pidamente. De esta forma casual nos ha llegado gran parte de la obra de Aristóteles.

Seg?n daba a conocer el 28 de julio de 1977 el periódico San Francisco Chronicle, Michael Maryn hab?a sido victima en un corto periodo de tiempo de nada menos que 83 atracos y 4 robos de coche, sin que, aparentemente, su profesión o estilo de vida favorecieran a este tipo de incidentes o aumentasen su riesgo de sufrirlos.

El artista espa?ol Ponciano Ponzano (1813 - 1877), escultor de c?mara de Isabel II, siempre mantuvo su negativa a esculpir animales en m?rmol, cosa que, seg?n su opinión, da mala suerte. Sin embargo, no pudo negarse al recibir el encargo de esculpir dos leones para decorar la fachada del Congreso de los Diputados madrile?o. Desoyendo su prevención comenzó la obra con la desgracia de que el 15 de septiembre de 1877 falleció repentinamente, sin haber acabado de esculpir los leones.

Isaac Newton nació el d?a de Navidad de 1642 e Woolsthorpe, justamente el mismo d?a en que mor?a Galileo Galilei en Arcetri, a las afueras de Florencia. Ello dio lugar a que el filosofo ingles Bertrand Rusell bromease tres siglos después sobre esta circunstancia, haciendo ver, con humor, que daba un espaldarazo definitivo a la tesis de los defensores de la teor?a de la trasmigración de las almas o metempsicosis.


Asuntos militares y bélicos

La que tradicionalmente se considera como la guerra mas breve de la historia enfrentó el 27 de agosto de 1896 a Gran Breta?a con su por entonces sultanado dependiente de Zanz?bar, territorio insular africano hoy integrado en Tanzania. La guerra fue declarada a las 9:02 de la ma?ana y finalizó 38 minutos después, a las 9:40. La flota brit?nica, al mando del contralmirante Harry Holdsworth Rawson (1843 - 1910), presentó un ultim?tum a Said Jalid, que acababa de derrocar al sult?n impuesto por los brit?nicos, para que se rindiera y abandonara el palacio. El ?nico barco de guerra de Zanz?bar, el mercante transformado Glasgow, fue hundido con dos certeros ca?onazos al acercarse a la flota brit?nica. Inmediatamente, esos mismos ca?ones dirigieron sus bocas hacia el palacio del sult?n, quien, a la vista del cariz que tomaban los acontecimientos, se rindió incondicionalmente. No obstante, los ca?ones dispararon y destruyeron el palacio. Acabada la ef?mera guerra, los brit?nicos exigieron que el nuevo gobierno de Zanz?bar pagara las municiones gastadas en la refriega, en concepto de reparaciones de guerra. Por su parte, Rawson fue condecorado con la Estrella Brillante de Zanz?bar, de primera clase, por el nuevo sult?n Hamud ibn Muhammad.

El 20 de enero de 1795 se produjo el sorprendente hecho bélico de que una compa??a de caballer?a de h?sares franceses derrotara y capturase a una flota de barcos holandeses, brit?nicos y austriacos, naciones con las que Francia estaba por entonces en guerra. El general francés Charles Pichegru (1761 - 1804) dirigió esta extra?a batalla anfibia disputada en el puerto de la isla de Texel, cerca de Amsterdam, donde la flota se halla inmovilizada en las heladas aguas del mar del Norte.

Cuando al final de la Primera Guerra Mundial los aliados confiscaron como bot?n de guerra todo el arsenal alem?n, encontraron un inmenso aeroplano de madera aun sin terminar, dise?ado para transportar cuatro toneladas de bombas y suficiente combustible para volar ochenta horas sin repostar. Parece ser que los alemanes pensaban utilizarlo para bombardear Nueva York en el oto?o de 1918. Hay que recordar que en esas fechas aun no se hab?a conseguido sobrevolar el Atl?ntico de costa a costa.

Entre los muchos planes que los dirigentes del Tercer Reich alem?n trazaron durante la Segunda Guerra Mundial para derrotar a las potencias aliadas estuvo la operación denominada en clave Bernhard. Esta operación consist?a en la falsificación del equivalente en billetes de 150 millones de libras esterlinas, que se encargo a uno de los mas h?biles falsificadores del mundo, un ruso conocido con el alias de Wladimir Dogranov. Estos billetes serian lanzados desde aviones militares sobre el Reino Unido, para colapsar as? la econom?a brit?nica. El final de la guerra detuvo el proyecto cuando ya estaban dispuestos 134 millones en billetes de asombrosa perfección, que fueron encontrados en un lago austriaco en 1945.

La peque?a republica de San Marino, que hab?a permanecido oficialmente neutral durante toda la Segunda Guerra Mundial, declaro la guerra a Alemania a finales de 1944, cuando las tropas aliadas ya hab?an rebasado su territorio camino de Alemania. Sin embargo, poco después se produjo un inesperado contraataque germano y San Marino se vio obligado a capitular (curiosamente, por cierto, se rindió por teléfono). Cuando la guerra volvió a favorecer a loa aliados (y el frente hab?a sobrepasado con holgura los limites de este peque?o pa?s), San Marino volvió a declarar la guerra a los alemanes.

El teniente japonés Hiro Onoda se rindió por fin el 10 de marzo de 1973, mas de 28 a?os después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Durante todos esos a?os defendió su puesto en una remota y desolada isla ante un eventual ataque de sus invisibles enemigos. Para redondear la estupidez del asunto, se rindió formalmente a unos turistas que acertaron a fondear casualmente en la remota isla.

En 1864 en la batalla de Petersburg de la guerra de Secesión norteamericana, el ejército de la Unión, al mando del general Burnside, abrió una brecha en la hasta entonces sólida resistencia confederada. Sin embargo, cuando la división que deb?a aprovechar la brecha se dispuso a avanzar, se encontró con la absurda y terrible circunstancia de que las trincheras en la que se resguardaba median 2?5 m de altura, con que resultaba casi imposible salir de ellas, a falta de escaleras u otros medios, salvo formando torres humanas. El lento goteo de soldados fue f?cilmente abatido por los confederados.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las necesidades de abastecimiento de material de guerra provocaron que los procesos industriales se perfeccionaran hasta l?mites incre?bles. Por ejemplo, una extraordinaria mejora en los métodos de montaje en cadena hicieron posible que los astilleros estadounidenses del armador Henry J. K?iser fabricasen, montasen y botasen un barco de guerra en solamente cuatro d?as.


Bellas Artes

Se ha calculado que si un copista transcribiera toda la obra musical de Wolfgang Amadeus Mozart (1756 ? 1791) emplear?a unos veinticinco a?os en completar su labor, trabajando diez horas al d?a. Mozart pasa por ser el compositor (entiéndase que de calidad contrastada) mas precoz y mas r?pido que ha existido nunca: por ejemplo, compuso la opera La clemencia de Tito en solo dieciocho d?as y en otra ocasión compuso, transcribió, ensayó y estrenó en solo cinco d?as su famosa sinfon?a K 425, conocida como Linz.

Alrededor de 1830, todo hab?a sido programado para que el Taj Mahal fuera demolido, a iniciativa de los ingleses, para que su fachada de m?rmol pudiera ser trasladada a Londres y vendida a subasta publica. La maquinaria ya estaba a punto de comenzar su trabajo, cuando llego una contraorden desde Londres. Sin embargo, esta sensata contraorden no obedec?a a la sensibilidad art?stica, ni siquiera al m?s b?sico sentido com?n. Se trato de una decisión estrictamente comercial: d?as antes, otra subasta de m?rmol de monumentos y edificios hind?es destruidos no hab?a obtenido el éxito apetecido.

En 1505, el papa Julio II encargó a Miguel ?ngel Buonarroti (1475 ? 1564), que por entonces tenia solo veintinueve a?os, la construcción de su futuro sepulcro. El artista dise?o un monumento de dos pisos, formado por un sarcófago rodeado de relieves en bronce y de cuarenta estatuas de m?rmol. Una monta?a entera de este material, extra?do de las canteras de Carrara, a varios cientos de kilómetros de distancia, fue transportada hasta Roma. Sin embargo, seg?n algunas crónicas contempor?neas, el pintor Rafael Sandio (1483 ? 1520) y su pariente y protector, el arquitecto Donato d?Angelo, mas conocido por Bramante (1444 ? 1514), celosos de la gloria que esta obra iba a reportar al joven Miguel ?ngel, intrigaron ante el Papa, convenciéndole de que la construcción de su sepulcro en vida podr?a traerle la desgracia. Le recomendaron que, a cambio, Miguel ?ngel pintase el enorme techo de la Capilla Sextina, pensando que este trabajo exceder?a las facultades de Miguel ?ngel, hasta entonces solo conocido como escultor. El sepulcro quedo abandonado durante cuatro a?os, entre 1508 y 1512, mientras el artista completaba la decoración del techo de la capilla con las escenas de la Creación, una de las obras pictóricas mas asombrosas de todos los tiempos. De esta forma, al morir Julio II en 1513, su tumba no estaba construida. Miguel ?ngel, requerido por sucesivos papas, fue demorando la finalización de esta obra. Cuarenta a?os después de haber iniciado la construcción del sepulcro, Miguel ?ngel solo hab?a esculpido alguna estatuas de las cuarenta que tendr?an que haber flanqueado la tumba, entre ellas el famoso Moisés de 3 m de altura, considerada la escultura mas representativa del Renacimiento italiano. En 1545, Miguel ?ngel, ya con sesenta y nueve a?os, concluyó una versión muy reducida de la tumba de Julio II, con el Moisés en el centro, en la iglesia de San Pedro Encadenado de Roma.

El 24 de febrero de 1968, el telón de la Deutsche Oper de Berl?n se alzó 165 veces consecutivas para que el tenor italiano Luciano Pavarotti recibiera los aplausos del publico, que duraron 1 hora y 7 minutos, tras su interpretación del papel de Nemorino en la opera L?elissir d?amore, de Gaetano Donizetti.
El 5 de julio de 1983, el telón del Teatro del Estado de la Opera de Viena se alzó 83 veces para que el tenor espa?ol Placido Domingo recibiera los aplausos del enfervorizado publico, que duraron 1 hora y 30 minutos, tras su interpretación de La Boh?me de Giacomo Puccini.

En 1601, el pintor italiano Michelangelo Merisi o Amerighi, llamado El Caravaggio (1573 ? 1610), recibió el encargo de pintar un cuadro sobre la muerte de la Virgen. Para a?adir realismo a la obra, el pintor recurrió a utilizar de modelo el cad?ver de una mujer ahogada en el r?o T?ber. Al conocer este hecho, los clientes, escandalizados, rechazaron la obra.

La obra del compositor estadounidense John Cage (1912 ? 1992) titulada Paisaje Imaginario n. ? 4 (1953) suena necesariamente distinta en cada interpretación. Es imposible que suene igual salvo que se trate de una grabación, pues esta obra est? compuesta por doce receptores de radio sintonizados al azar.

Claro que obras musicales ?especiales? ha habido muchas. Por ejemplo, en cierta ocasión el rey Lu?s XI de Francia (1423 ? 1483) ideó un nuevo divertimento musical para su corte. La novedad consistió en reunir una piara de cerdos en concierto. Las ?notas? se consegu?an pinchando a los animales con distinta intensidad para que emitiesen diferentes chillidos.

En la grabación discogr?fica del tema Shoo Be Doo del grupo de rock The Cars es posible o?r el nombre de Sat?n reproduciendo el disco al revés. Es estribillo de la canción Another One Bites the Dust, del grupo Queen, escuchado al revés, parece querer decir It?s fun to smoke marihuana (?Es divertido fumar marihuana?). Reproduciendo al revés el final de la canción I am the Walrus, incluida en el L.P. Magical Mistery Tour, de The Beatles, se oyen nueve versos de El rey Lear de Shakespeare. También se puede o?r el mensaje oculto Congratulations, you have just discovered the secret message! (?”Enhorabuena, acabas de descubrir el mensaje secreto!?) al final de la parte instrumental de la canción Goodbye Blue Sky del disco The Wall (?El Muro?) de Pink Floyd.


Costumbres, usos y tradiciones

A partir del Renacimiento, en Europa, contra lo que cabria esperar, los h?bitos higiénicos de los europeos se hicieron mas deplorables y escasos de lo que ya eran. Los ba?os pasaron a ser considerados un peligroso h?bito que solo se deb?a practicar bajo rigurosa prescripción facultativa. Por ejemplo, la reina Isabel de Valois (1546 ? 1568), esposa de Felipe II de Espa?a, en una ocasión en que deseaba tomar un ba?o para recibir a su marido que volv?a de un viaje, le fue taxativamente prohibida tan peligrosa acción, ?puesto que no estaba enferma?. Los cronistas históricos cuentan que el rey Francés Lu?s XI (1423 ? 1483) solo se ba?ó una vez en toda su vida, y esta por prescripción facultativa irrebatible. El 11 de julio de 1611, el medico Jean Hérouard describ?a en su diario cómo Lu?s XIII de Francia (1601 ? 1643) era obligado a descansar todo el d?a en cama tras tomar un ba?o matinal.

El Congreso de los Estados Unidos adoptó, el 31 de marzo de 1919, por primera vez en la historia, la decisión de adelantar los relojes en primavera, con el fin de alargar las horas diurnas y de este modo ahorrar energ?a eléctrica.

A principios de la década de 1880, en ciertos lugares de Alemania, los padres utilizaban los huevos de Pascua como certificado de nacimiento. Para ello te??an huevos con colores indelebles y grababan en la c?scara el nombre y la fecha del nacimiento del hijo, recordando para siempre tal acontecimiento. Estos huevos fueron aceptados como partida de nacimiento, en casos excepcionales, por los tribunales.

Durante siglos el ser humano ha cre?do supersticiosamente que a través del estornudo se escapa una parte del alma, por lo que se ha esforzado por retenerlo o, al menos, por mitigarlo cuando finalmente se escapa. Aristóteles e Hipócrates explicaron el estornudo como la reacción de la cabeza contra una sustancia extra?a ofensiva que se introduce por la nariz, observando que, cuando se asociaba a una enfermedad, presagiaba la muerte, por lo que aconsejaban contrarrestarlo con bendiciones tales como "”Larga vida para ti!", "”Que goces de buena salud!" y "”Que Zeus te guarde!". Muchos romanos pensaron que cuando una persona sana estornudaba, el cuerpo intentaba expulsar los esp?ritus siniestros de enfermedades futuras, por lo que desaconsejaban su retención. As?, la explosión s?bita del estornudo era seguida de toda clase de bendiciones, parabienes e invocaciones ("”Felicidades!"). Esta costumbre se mantuvo durante siglos, hasta que, en el a?o 591, coincidiendo con una enfermedad epidémica que asolaba Italia, uno de cuyos primeros s?ntomas eran los estornudos, el papa Gregorio I aconsejó q los creyentes cristianos que, ante un estornudo, hiciesen inmediatamente una invocación del tipo "”Jes?s!" o "”Que Dios te bendiga!".

Seg?n cuenta Herodoto, los babilonios subastaban anualmente a las muchachas casaderas. Lógicamente, los hombres pujaban por las m?s bellas. Con el dinero de sus pujas se constitu?a una bolsa de fondos con que posteriormente se formaban dotes para que las muchachas menos bellas pudieran encontrar marido.

Una ley del territorio norteamericano de Maryland de 1634 obligaba a las mujeres viudas que hab?an heredado propiedades de sus maridos a casarse en un plazo m?ximo de seis a?os. Si no lo hac?an, perd?an sus pertenencias, que pasaban al pariente masculino m?s cercano.

En la antigua Esparta el adulterio era permitido siempre y cuando la mujer se entregara a un hombre m?s alto y m?s robusto que su propio marido. Adem?s, la solter?a estaba penada con el destierro. Si un espartano no se hab?a casado a los treinta a?os perd?a el derecho de sufragio y se le prohib?a asistir a festejos.

En Abisinia, nombre antiguo de la actual Etiopia, se eleg?a a un perro emperador, se le cuidaba y mimaba con suma atención. Sus relaciones condicionaban el devenir pol?tico del pueblo: si se mostraba alegre, se interpretaba como que el pueblo estaba siendo bien gobernado; pero si ladraba a alg?n sirviente o visitante, éste era condenado a muerte.

Seg?n los historiadores, era tal el numero de fiestas de todo tipo que se celebraban en la Roma imperial, que pr?cticamente por cada d?a laborable hab?a dos festivos. Claro esta que, en realidad, no eran muchos los ciudadanos romanos que trabajaban al uso actual: para eso estaban los esclavos y, por tanto, la costumbre no afectaba, sino todo lo contrario, a la buena marcha de los asuntos económicos del Imperio.

Los diputados de la C?mara de los Comunes inglesa ajustan su comportamiento parlamentario a muchas tradiciones, alguna de las cuales cabe calificar de curiosas. Por ejemplo, si un diputado pretende dirigir la palabra a la asamblea durante una votación es requisito indispensable que lo solicite a la presidencia poniéndose un sombrero. En tiempos pasados ello no constitu?a mayor problema, pero dad el escaso uso moderno de sombreros, hoy en d?a provoca curiosas escenas cuando un diputado, deseoso de tomar la palabra, se cubre la cabeza con cualquier admin?culo que tenga a mano.

La reina francesa Catalina de Médicis (1519 ? 1589) decretó que, para ajustarse al canon de belleza, las damas de su corte deb?an de tener una cintura de 35 cm.

A pesar del tópico, la costumbre de arrancar cabelleras no era solo propia de los indios norteamericanos. Esta salvaje pr?ctica fue también utilizada por los colonos blancos a modo de prueba de la caza y muerte de los indios que permitiera recibir la recompensa que, en determinadas zonas de Norteamérica, se pagaba por su exterminio. Se suele atribuir al gobernador del antiguo territorio de Nueva Holanda, William Kieft, el dudoso merito de haber sido el primero que instituyó esta costumbre en el decenio de 1630. En 1703, la colonia americana de Massachussets ofrec?a 60 dólares por cabellera, y a mediados de siglo, Pennsylvania ofrec?a ya 134 dólares por la cabellera de un hombre indio y 50 dólares por la de una mujer.

En el código de Hammurabi (un conjunto de leyes que regulaban la sociedad babilónica hacia el a?o 1700 a. de C.) la venta de cerveza en mal estado era castigada con la pena de muerte.

Seg?n la tradición francesa, los cuchillos de mesa tienen punta redonda desde que el cardenal Richelieu mandó redondearlos al ver que el canciller Pierre Séguier los utilizó ante él para limpiarse los dientes con la punta.

El rey visigodo Chindasvinto (563 ? 653) ordenó castrar a todo aquel que fuese sorprendido practicando la sodom?a, salvo que el sodomita perteneciese al clero, en cuyo caso era perdonado, no se sabe muy bien por qué.

Hasta principios del siglo XX estuvo vigente en Inglaterra una ley que permit?a al marido pegar a su esposa ?siempre que no fuera con una vara mas ancha que el pulgar del marido?.

Durante el a?o 1561, los sabios de la Sorbona de Par?s debatieron la posibilidad de prohibir el uso de la barba a los sacerdotes. Tras sesudas discusiones, llegaron a la conclusión de que la barba era contraria a la humildad propia en los sacerdotes de la Iglesia.

El 18 de agosto de 1671 una real orden del rey espa?ol Carlos II el Hechizado (1661 ? 1700) prohibió el ejercicio de la mendicidad p?blica para todos aquellos pobres que no contasen con autorización oficial y que no llevasen colgada del cuello una tablilla con la estampa de la Virgen.

En los Estados Pontificios estuvo antiguamente en vigor un método para aplicar la pena de muerte consistente en golpear en la sien al condenado con un mazo, para después cortarle la cabeza. Este método recib?a el nombre de mazzatello.

Seg?n un antigua tratado culinario romano, escrito en el a?o 228 a. de C., la salchicha era el producto de consumo predilecto el las lupercales, unas fiestas anuales paganas que se celebran el 15 de febrero en honor al dios pastoril Luperco, correspondiente al griego Pan. Estas fiestas, en la que se sacrificaba ritualmente un macho cabrio y un perro, inclu?an unos ritos de iniciación sexual y algunos escritores han sugerido la idea, aunque sin aportar pruebas fehacientes, de que las salchichas no solo ten?an una finalidad culinaria. Sea como fuere, la Iglesia suprim?a las lupercales y considerar?a pecaminoso comer salchichas durante muchos siglos. No obstante, el consumo popular de morcillas y salchichas, al menos en su faceta culinaria, sobrevivió a cuantas reiteradas prohibiciones se le opusieron.

En los primero a?os de la automoción fue promulgada una ley en Inglaterra por la que, en previsión de accidentes de trafico, se obligaba a todo vehiculo automóvil a ser precedido por un hombre que agitase una bandera roja. Esta ley no fue derogada hasta el 14 de noviembre de 1896.


Enigmas, misterios y quimeras

Uno de los hechos m?s curiosos ocurridos en la entrega anual de los Oscar de Hollywood tuvo lugar en la ceremonia de 1938. La actriz Alice Brady, por tener un tobillo roto, no pudo recoger en persona la estatuilla correspondiente a la mejor actriz secundaria, que hab?a obtenido por su trabajo en la pel?cula Chicago. Un caballero no identificado lo hizo en su nombre. Sin embargo, la sorpresa salto cuando d?as después la actriz confeso que no hab?a enviado a nadie en su lugar. Nadie supo encontrar al personaje que la recogió, y por supuesto, nadie encontró tampoco dicha estatuilla.

El marinero espa?ol Pedro Serrano, cuyo barco hab?a naufragado en el Caribe en 1528, sobrevivió ocho a?os en una isla situada aproximadamente a unos 300 Km. frente a las costas de Nicaragua, hasta que fue rescatado por otro barco que acertó a divisar sus se?ales. Hasta hoy, nadie ha logrado identificar dicha isla.

Se han registrado en todo el mundo un total de 168 leyendas que relatan o mencionan, dentro de diferentes tradiciones, un Diluvio Universal. Solo los indios americanos ofrecen 58 versiones, aunque fuertemente emparentadas entre s?. La gran mayor?a de estas leyendas se pueden considerar independientes, aunque narran un mismo hecho central: una tromba de agua que todo lo anega y que aniquila todo signo de vida animal o humana, salvo algunos elegidos por los dioses. Por ejemplo, un mito gaélico describe la explosión inicial del Llyn-Llyn ("Mar de Mares") que inundo el mundo y ahogó a todos sus habitantes. Para la tradición rusa, la Tierra descansaba sobre cuatro ballenas; al morir una de ellas, se desencadenó una tormenta que destruyó el planeta. En la mitolog?a hind?, Visn? salvó tres veces al mundo que previamente se hab?a inundado por completo. Las tradiciones chinas relatan la vida de dos supervivientes de un gran diluvio, Fushi y Nukua, cuyos cuerpos en forma de pez les permitieron salvarse nadando. En el antiguo México se contaba que un hombre y una mujer se salvaron de un diluvio encerrados en una cesta de madera. La mitolog?a griega narra que Zeus, observando que los hombres hab?an degenerado sus costumbres, decidió enviar un diluvio que acabara con ellos; pero se apiadó de Decaulión, el rey de Tesalia, y de su esposa Pirra, y decidió salvarlos diciéndoles que construyeran una nave; ésta flotó sobre las aguas durante nueve d?as, var?ndose, cuando las aguas bajaron, en el monte Parnaso. A instancias de Zeus, Decaulión y Pirra regeneraron la raza humana arrojando piedras sobre el suelo; de las que lanzó él, surgieron los hombres; de las de ella, las mujeres.
Con todo, el m?s claro antecedente del Diluvio Universal narrado en el Antiguo Testamento lo aporta la mitolog?a mesopot?mica, que fue descifrada a partir de las tablillas encontradas en las ruinas de N?nive. En ellas se habla de gotas de lluvia del tama?o de platos que provocaron la muerte a todos los malvados. El héroe de esta epopeya es Gilgamés, que da nombre a la narración, pero el protagonista de la leyenda del Diluvio es Utunapistim, que sobrevivió con toda su familia a bordo de un arca, tras siete d?as de lluvias. Antes de saltar a tierra este héroe sumerio-babilónico envió una paloma, un vencejo y un cuervo para comprobar si el nivel de las aguas ya hab?a descendido lo suficiente para dejar al descubierto tierra firme.

El f?sico holandés Christian Huygens (1629 - 1695) regaló al rey francés Lu?s XIV el considerado primer péndulo de la historia. Al morir el monarca a las 7:45 de la ma?ana del 1 de septiembre de 1775, el péndulo dejo inexplicablemente de moverse.

En julio de 1887, cuatro buscadores de oro hallaron en Spring Valley, cerca de Eureka, en el estado norteamericano de Nevada, los restos fosilizados de un hueso de apariencia humana. Estudiados los restos por los médicos, se determinó, sin lugar a dudad, que se trataba de una tibia humana. Lo sorprendente es que med?a 99 cm, por lo que deber?a corresponder a un ser humano de m?s de 3“70 m de estatura.

El papa P?o V (1504 - 1572) aseguró, desde Roma, haber visto la batalla de Lepanto. Lo cierto es que celebró la victoria antes de que la noticia llegara a Roma.


Errores, gazapos y patinazos

El secretario de Estado de Relaciones Exteriores norteamericano, William Jennings Bryan (1860 ? 1925), encargado de la organización de los actos de inauguración oficial del canal de Panam? (1920), invito a todos los pa?ses occidentales a enviar una representación de sus respectivas armadas a los actos. Lo curioso es que llevó a tal extremo su celo diplom?tico que llegó a invitar a la inexistente Armada de Suiza.

El explorador espa?ol Francisco Fern?ndez de Córdoba (æ? ? 1518) desembarcó en 1517 en una pen?nsula a la que llamó Yucat?n, porque los nativos pronunciaban dicha palabra contestando a su pregunta de cómo se llamaba la costa en la que hab?a desembarcado, lo que le hizo pensar que tal era su nombre. En realidad, Yucat?n quiere decir en lengua maya ?no entiendo?. Algo as? como si a la vuelta de Londres dijéramos que hemos estado en Aidonanderst?n.

Hacia 1860, el senador estadounidense George M. Willing bautizó con el nombre de Idazo a la extensa región minera de Pike?s Peak, aduciendo que dicha palabra india significaba ?perla de la monta?a?. El Congreso de los Estados Unidos, al hacer las oportunas averiguaciones, llegó a la conclusión de que esa traducción no era correcta, y decidió llamar al territorio Colorado, por el nombre del r?o que la atraviesa. Sin embargo, el topónimo Idazo quedó ah? y, dos a?os después, cuando hubo de buscar un nombre a un nuevo territorio del noroeste de la costa del Pacifico, alguien lo recordó y lo propuso. La denominación se aceptó en 1863, y cuando el territorio fue elevado a la categor?a de estado de la Unión, en 1890, se mantuvo su nombre. Posteriormente se descubrió que esa palabra significaba en idioma aborigen ?mierda de b?falo?.

En cierta ocasión en que presentaron a la firma de la reina inglesa Victoria (1819 - 1901) una ley contra la homosexualidad, ésta eliminó escandalizada toda referencia a la variante femenina. Sin embargo, el hecho tuvo consecuencias paradójicas, ya que, mientras que la homosexualidad masculina quedó tipificada como delito, el lesbianismo continuó siendo legal.

La reina Isabel II de Inglaterra fue coronada el 2 de junio de 1953, un d?a que, seg?n los meteorólogos, seria el d?a mas soleado del a?o. Sin embargo, llovió abundantemente.

La Asociación de los Jud?os de la Nación Alemana pidió p?blicamente el voto para Adolf Hitler en las elecciones de 1933.

En cierta ocasión, la Casa de la Moneda estadounidense lanzó al mercado unas monedas en las que se pod?a leer In Gold We Trust (es decir, "Creemos en el oro"), en vez del lema que hubiera sido correcto, In God We Trust ("Creemos en Dios").

En 1920, el departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó un folleto en el que se recomendaba a los agricultores el cultivo de marihuana por ser extraordinariamente rentable.

En 1948, en plena guerra entre jud?os y ?rabes, el embajador estadounidense ante las Naciones Unidas, Warren Austin, apeló al buen sentido de los dirigentes de ambos bandos, sugiriendo que arreglasen sus desavenencias por la v?a pacifica "como buenos cristianos".

Cuando el "insumergible" Titanic se hundió en 1912 en aguas del Atl?ntico, el Senado estadounidense abrió una investigación para tratar de aclarar las causas del tr?gico suceso. Tras o?r la descripción técnica del trasatl?ntico por parte de un experto, el senador William A. Smith, representante del estado de Michigan, le pregunto ingenuamente: "æPor qué no se refugiaron los pasajeros en los compartimentos estancos que ha mencionado para evitar ahogarse??. Evidentemente, sus conocimientos navales no eran muy profundos o, dicho con otras palabras, su ignorancia del tema era tan profunda como las aguas del Atl?ntico en que se hundio el barco, compartimentos estancos incluidos.

El 22 de julio de 1962, el cohete espacial estadounidense Mariner I, que viajaba rumbo a Venus, hubo de ser destruido desde tierra al mostrar un desvió incorregible en su rumbo. Inmediatamente se abrió una investigación que llegó a la conclusión de que este desvió se hab?a debido a un error en la programación de los ordenadores de a bordo. Se trataba de la omisión de un guión ortogr?fico en el programa de vuelo, nimia omisión que costó unos 18?5 millones de dólares de la época.

Los arquitectos que proyectaron la Torre de Pisa, Bonanno de Pisa y Guillermo Tudesco, cometieron el error de cavar unos cimientos de solo 4 m de profundidad al comenzar su construcción en 1174. Ya a mitad de la obra, el suelo se deslizó y la torre creció inclinada, obligando a abandonar el proyecto. Finalmente, el edificio seria terminado en 1350, con tres de sus ocho pisos construidos en vertical, con lo que se intentaba alterar convenientemente su centro de gravedad y sostener as? en pie esta torre o campanile con sus m?s de cinco metros de inclinación. A la vista est? que aquel intento no tuvo éxito, ya que hasta fecha muy reciente, la torre ha seguido inclin?ndose a razón de 0?75 cm anuales. Recientemente, sin embargo, parece ser que esta progresiva inclinación se ha detenido, a causa de un nuevo corrimiento de tierras en el subsuelo y a la acción de unos contrapesos instalados en su base.

El óleo de 1928 de la pintora estadounidense Georgia O?Keefe titulado Oriental Poppies (?Amapolas orientales?), que se exhibe en el museo de la Universidad de Minnesota, en los Estados Unidos, estuvo colgado verticalmente durante treinta a?os, cuando en realidad fue pintado en sentido horizontal.

En 1961 se expuso colgado boca abajo durante cuarenta y siete d?as en el Museo de Arte Moderno de Nueva Cork el cuadro Le Bateau (?El barco?) del pintor francés Henri Matisse (1869 ? 1954), antes de que alguien se diera cuenta del error. En ese tiempo, se calcula que el lienzo pudo tener aproximadamente unos 116.000 espectadores.

Durante la prohibición alcohólica impuesta en los Estados Unidos por la llamada Ley Seca se calcula que funcionaron en aquel pa?s m?s de doscientas mil tabernas ilegales. Solamente en la ciudad de Nueva Cork, unos treinta y dos mil establecimientos clandestinos continuaron con el negocio que antes de la prohibición atend?an no m?s de quince mil tabernas.

En 1783, los habitantes de la ciudad francesa de Gonesse estaban seguros de que el ?visitante del cielo? que hab?a ca?do sobre la ciudad hab?a sido enviado por Satan?s. Lo atacaron con horcas y ataron luego los restos, desinflados y siseantes, a la cola de un caballo, que al galopar por el campo, los deshizo por completo. Seg?n se comprobó después, el ?visitante? no era otra cosa que la seda impermeabilizada de uno de los primeros globos aerostatitos llenos de hidrogeno que surcaban los cielos europeos.


Extravagancias y locuras

El orador, medico y poeta del siglo XVII Gaspar Balaus se creyó hecho de mantequilla, por lo que elud?a cualquier fuego o fuete de calor por miedo a derretirse. Un d?a muy caluroso, temiendo fundirse, se arrojo de cabeza a un pozo y murió ahogado.

El rey Eduardo VII de Inglaterra (1841 ? 1910) se pon?a nervioso con el tintineo de las monedas y prohibió que nadie compareciera ante el con calderilla en el bolsillo.

Alfonso de Borbón y Borbón (1866 ? 1934), tataranieto de Carlos III de Espa?a, fue bautizado con un total de 94 nombres de pila, algunos de ellos, adem?s, compuestos.

El rey de Inglaterra Carlos II (1630 ? 1685) exhib?a en ciertas ocasiones especiales una peluca que hab?a mandado hacer con el vello pubico de sus cortesanas favoritas.

Tras el incendio de Roma del a?o 64, Nerón se hizo construir un palacio imperial verdaderamente colosal, que se alzaba entre las colinas de Velia y Esquilino. La llamada Domus ?urea (?Casa Dorada?) estaba rodeada por un pórtico de triple columnata que se extend?a una milla romana (es decir, 1480 m); casi todas las estancias estaban revestidas de oro, n?car, perlas y piedras preciosas, incluidas las vigas del techo, as? como multitud de estatuas y obras de arte nuevas y muchas de las expoliadas en los antiguos templos griegos. El palacio contaba con magn?ficos vest?bulos y columnatas, bibliotecas e innumerables piscinas y ba?os con piletas de plata surtidas de agua de mar o de distintas aguas minerales. Los techos de los comedores estaban formados por unas planchas móviles de marfil y oro que, durante los banquetes, se entreabr?an para dejar caer pétalos de flores y perfumes variados sobre los invitados. El comedor principal estaba coronado por una c?pula que giraba d?a y noche en torno a su eje. El palacio se hallaba rodeado adem?s por un lago y un parque con bosques, prados y vi?edos muy bien dotado de piezas de caza. En la plaza que se abr?a delante del palacio se alzaba un coloso de 35 m de altura que representaba a Nerón. Nerón ascend?a a los pisos de este palacio mediante un ascensor, construido en madera de s?ndalo, que era elevado, desliz?ndose por cuatro carriles, mediante una polea y un cable del que tiraban tres esclavos. Se cuenta que, cuando fue inaugurado, Nerón exclamó: ?”Por fin voy a poder vivir como un hombre!?.

Se cuenta que el extravagante y rom?ntico violinista italiano Niccol? Paganini (1782 ? 1840) estaba tan obsesionado con su calidad art?stica y tan pagado de si mismo, que en ocasiones tocaba con cuerdas de viol?n gastadas, con la esperanza de que se rompiesen en mitad de una interpretación y as? el pudiese demostrar su virtuosismo en tal situación extrema. Adem?s de sus dotes naturales ?de tal calibre que sospechaban fruto de un pacto con el diablo-, su excepcional calidad técnica era fruto de un constante ejercicio que llegó a deformar tanto sus manos que, extendidas, median cada una 45 cm.


Falacias y falsedades históricas

Es casi un tópico ejemplarizar los exiguos h?bitos de limpieza e higiene personal de Isabel la Católica (1451 ? 1504) haciendo mención a la famosa anécdota de que estuvo varios a?os sin cambiarse de camisa. Sin embargo, a pesar de estar muy extendida, esta anécdota no es cierta, o al menos se equivoca en el personaje protagonista. En realidad fue la infanta espa?ola Isabel Clara Eugenia de Austria (1566 ? 1633), hija de Felipe II, que reinó en los Pa?ses Bajos, la que prometió, y cumplió, no cambiarse de camisa hasta que sus tropas pusieran fin al asedio de Ostende. El sitio duró tres a?os.

Pese a la leyenda que habla de la gran revuelta organizada durante el asalto popular a la prisión parisiense con que se inició la Revolución francesa, conocida históricamente con el nombre de Toma de la Bastilla, ocurrida el 14 de julio de 1789, en ella solo se liberó ?y de forma incruenta- a los siete reclusos que hab?a en su interior. Desde entonces, el 14 de julio se celebra, con el nombre de d?a de la Bastilla, la Fiesta Nacional francesa, s?mbolo de la ca?da del despotismo.

Pese a que tan terrible aparato le debe su nombre, el doctor parisiense Joseph Ignace Guillotin (1738 ? 1814) no invento la guillotina, ni murió guillotinado, como se suele creer. De hecho empleó gran parte de su vida en tratar de que no asociaran su apellido con dicho aparato. En su calidad de miembro de la Asamblea Nacional durante la Revolución francesa, su ?nica iniciativa fue proponer el 10 de octubre de 1789 la sustitución del método tradicional con que se cumpl?an las penas de muerte (decapitación con espada para los aristócratas y ahorcamiento para el pueblo llano) por un nuevo sistema mas eficaz y, sobre todos, mas igualitario, a tono con los tiempos. Dos a?os después, la Asamblea aprobó su propuesta y legalizó la decapitación "igualitaria" para todo tipo de condenados. Aprobada su moción, el encargo de dise?ar una maquina de decapitar recayó en Antoine Louis, a la sazón secretario de la Academia de Medicina, y el de su construcción en un artesano alem?n, Tob?as Schmidt (que, por cierto, mejoró el dise?o adjuntando una bolsa de piel para recoger las cabezas cortadas). El aparato, cuyo prototipo costó exactamente 329 francos, recibió en principio el nombre de Louisette o Louison, se instaló en la plaza de la Gr?ve de Paris y actuó por primera vez el 22 de abril de 1792. La larga lista de ajusticiados la "encabezó", por as? decir, el famoso bandolero Péletier. Sin embargo, pronto surgieron cancioncillas populares que relacionaban la nueva maquina con el doctor Guillotin y, poco a poco, la maquina comenzó a ser llamada popularmente guillotina. Tiempo después surgió la falsa anécdota de que el propio doctor Guillotin probó la eficacia de su propuesta. Lo cierto es que quien s? fue guillotinado fue su verdadero dise?ador, el doctor Louis. El doctor Guillotin fue efectivamente condenado a muerte por Robespierre pero, al sucumbir este antes, la pena quedó en suspenso y nunca llegó a ejecutarse. Guillotin murió veintidós a?os después de un carbunclo en el hombro. Sus herederos elevaron una petición formal al Gobiernos francés para que sustituyera el nombre de la guillotina por otro, pero lo ?nico que consiguieron fue el permiso para cambiar ellos de apellido.

El famoso relato de la haza?a del soldado de Maratón que corrió desde el escenario de la batalla hasta Atenas para anunciar la victoria griega es falso. Seg?n Herodoto, un soldado llamado Fil?pides fue enviado antes de la batalla (no después) a Esparta (no a Atenas) para anunciar la llegada de los persas y solicitar refuerzos; tampoco corrió 40 km, ni los 42,195 km actuales, sino 240 km en dos d?as, lo que engrandece aun mas su haza?a.


Fenómenos naturales

A las 0h 17m 11s (GMT) del 30 de junio de 1908 se registró en la taiga siberiana, cerca del r?o Podkamennaya-Tunguska, una colosal explosión cuya energ?a se ha calculado en 12?5 megatones TNT, equivalente a mil quinientas bombas como la de Hiroshima. Tres atronadoras detonaciones y un ca?oneo aterrorizaron a los habitantes de la cercana ciudad ve Vanavara. Seg?n testigos presenciales, momentos antes de la explosión, algunos ?rboles y yurtas (caba?as t?picas de la región) fueron violentamente arrancados del suelo; y en los r?os de la zona, olas gigantescas avanzaron contracorriente. En algunas comarcas de la región, le vegetación quedó reducida a cenizas, pero en otras, sin embargo, no se produjeron da?os materiales. La causa fue atribuida sucesivamente a un meteorito (1927), a un cometa (1930), a una explosión nuclear (1961), a la antimateria (1965), a un peque?o agujero negro (1973) y a la explosión de un platillo volante (1978). A pesar de estos intentos, durante muchos a?os este suceso no obtuvo una explicación cient?fica medianamente convincente, hasta que, en 1992, los f?sicos rusos Nevski y Balklava dieron a conocer una teor?a que parece explicarlo todo. Seg?n ellos, la explosión se debió a que un meteorito atravesó la atmósfera terrestre y fue destruido por un rayo que el mismo generó. Cuando un objeto penetra a alta velocidad en la atmósfera queda envuelto en plasma, su superficie se calienta por el rozamiento y comienza a liberar electrones, que son arrastrados en dirección contraria a la trayectoria de la cola de plasma. Al perder part?culas, el meteorito va carg?ndose positivamente, generando una diferencia de potencial que libera a su vez su energ?a en forma de rayo. La descarga eléctrica, con una intensidad de cientos de miles de amperios, pudo desintegrar parte de la roca antes de llegar al suelo. En cuanto a las tres detonaciones que constataron los testigos, se explican seg?n la teor?a de estos f?sicos rusos como las correspondientes al propio rayo, a la destrucción del meteorito y a la onda bal?stica provocada por la irrupción en la atmósfera de un objeto a velocidad supersónica. El ca?oneo posterior pudo corresponder al habitual eco que provoca el trueno que sigue a un rayo, en los miles de canales de descarga que lo componen. Por lo que respecta al levantamiento de ?rboles y casas, se debió a que la enorme carga positiva del meteorito pudo inducir cargas negativas en los objetos terrestres, produciéndose una atracción electrost?tica. El rayo también habr?a producido intensas radiaciones X y neutrónicas, como consecuencia de la s?ntesis nuclear de deuterio, lo que provocó a su vez mutaciones posteriores en los ?rboles.

La tradición griega recuerda la erupción del volc?n de la isla Santorini, en el mar Egeo, alrededor del a?o 1628 a. de C. como la mayor de que se tiene constancia histórica. Se ha calculado que su potencia equivalió a cinco veces la que se produjo en 1883 en la isla indonesia de Krakatoa. En la de Santorini exploto la monta?a del volc?n, formando un cr?ter de 762 m de profundidad y 83 km2 de ?rea, lanzando al aire unos 24 km2 de cenizas. A veces se ha especulado que la leyenda de la desaparición de la Atl?ntida se funda en esta explosión.

En abril de 1815, el volc?n indonesio Tambora, situado en la isla indonesia de Sumbawa, produjo la mayor erupción de los ?ltimos siglos que se recuerda, liberando por su cr?ter la energ?a equivalente a un millón de bombas atómicas como la de Hiroshima. El cielo se ennegreció con las cenizas volc?nicas, oscureciendo el brillo del Sol. Como consecuencia, las temperaturas del hemisferio norte bajaron cinco grados, lo que resultó fatal para las cosechas. A causa de la propia erupción y del hambre subsiguiente murieron unas noventa mil personas.

El 27 de agosto de 1883, la explosión de la monta?a Krakatoa, que hasta entonces no era un volc?n, hizo desaparecer gran parte de esta isla deshabitada del estrecho de Sonda, entre las islas de Java y Sumatra, en el Pacifico. En las islas vecinas murieron por efectos de la explosión m?s de treinta y seis mil personas. La erupción volc?nica de la isla convirtió una monta?a de entre 400 y 800 m sobre el nivel del mar en un peque?o golfo de 300 m de profundidad, mientras que olas gigantescas de entre 15 y 30 m de altura arrasaban las costas adyacentes. Se ha calculado que el material sólido expulsado por el cr?ter fue de 18.000 m3 y las cenizas cubrieron un ?rea de 825.000 km2. El polvo proyectado por este volc?n, y por los otros quince que en un breve plazo de tiempo de aquel mismo a?o entraron en erupción en la misma zona del estrecho de Sonda, formó una colosal nube que envolvió pr?cticamente todo el planeta, alterando circunstancialmente el clima.

En el a?o 1876 un maremoto arrasó la bah?a de Bengala tomando la dirección del delta del Ganges. Una ola de 15 m de altura se estrelló contra la costa (fenómeno que, por cierto, se conoce con el nombre de procedencia japonesa tsunami, que significa ?ola desbordante?), alcanzando 365 km tierra adentro y ocasionando la muerte de unas doscientas quince mil personas. En 1883 se produjo otro tsunami alrededor de la isla de Krakatoa, en Indonesia, al entra en erupción un volc?n, lo que provocó una ola gigante que se pudo percibir en todos los mares del mundo. El 2 de abril de 1946, los grandes fondos marinos del Pacifico Norte, frente a Alaska, se vieron sacudidos por un fuerte terremoto que originó otra ola gigantesca. Cuatro horas m?s tarde de la sacudida s?smica, la hola hab?a cruzado 3.600 km de océano a la incre?ble velocidad de 900 km/h, y fue a chocar contra el archipiélago de Hawai, en el que causo un alto n?mero de victimas. El tsunami mayor de los registrados en épocas históricas alcanzó los 85 m de altura. Esta formidable ola choco contra la isla Ishigaki, en el archipiélago japonés de las Ryukyu, el 24 de abril de 1771, desprendiendo un enorme bloque de coral de 750 toneladas que salio proyectado a mas de 2?5 km de distancia. Se supone que hace unos cien mil a?os un descomunal tsunami de 300 m de altura, surgido tras la ca?da de un meteorito, chocó contra las costas de Hawai.

En numerosas publicaciones cient?ficas de solvencia contrastada se han publicado en diversos momentos de la historia noticias referentes a extra?as lluvias de ranas, sapos, peces, ara?as, caracoles, mejillones, escarabajos, hormigas, gusanos, tierras de colores, lana e incluso cruces (como ocurrió en Sicilia el a?o 746). Se supone que todos estos sucesos se producen al quedar atrapados estos animales u objetos por los fuertes remolinos que suelen acompa?ar a las tormentas. Entre las m?s famosas lluvias extra?as est?n las que a continuación se comentan:
Seg?n diversas crónicas antiguas, en el a?o 371 se produjo en la región francesa de Artois una lluvia de lana, seguida de otra de agua grasienta, tras lo cual la tierra, hasta entonces estéril, se convirtió en fértil. Este legendario hecho dio lugar al culto del santo Man? que se sigue en la catedral de Arr?s. El 5 de mayo de 1786, tras una larga sequ?a, cayó una gran cantidad de peque?os huevos negro sobre la capital haitiana de Puerto Pr?ncipe. De algunos de los huevos conservados y empollados nacieron unos seres no identificados que, seg?n las descripciones, perdieron r?pidamente varias capas de piel y que parec?an renacuajos. En el verano de 1804, en las cercan?as de Toulouse se produjo una lluvia de sapos. El 14 de marzo de 1813 una lluvia roja, calificada de ?gotas de sangre?, cayó sobre una amplia zona de Italia, en los alrededores de N?poles. Tras analizar dichas gotas, se comprobó que se trataba se agua con un alto contenido de hierro y cromo. El 30 de junio de 1838, en pleno corazón de Londres, los transe?ntes se sorprendieron al ver llover ranas y renacuajos. El 28 de diciembre de 1857, durante el transcurso de una fuerte tormenta, las aceras de la ciudad de Montreal, en Canad?, se cubrieron con centenares de peque?os mejillones. El 11 de febrero de 1859 se produjo una lluvia de peces (concretamente gobios) en el condado inglés de Glamorganshire. El 3 de mayo de 1876 cayó sobre el sur del condado de Bath, en el estado norteamericano de Kentucky, una lluvia de min?sculos trozos de carne. El 24 de febrero de 1884 y el 19 de julio de 1906 cayeron sendas lluvias de hormigas sobre las ciudades de Nancy (Francia) y Mil?n (Italia). Pocos meses después, el 22 de agosto, en Bilbao, seg?n las crónicas ?llovieron codornices?. El 10 de marzo de 1901, en la ciudad siciliana de Palermo, una nueva lluvia de sangre cayó sobre los despavoridos habitantes de la ciudad. Después se comprobó que se trataba de gotas de lluvia impregnadas con un fin?simo polvo de color rojo. A finales de 1971 una lluvia de corp?sculos amarillos cayó en las inmediaciones de la ciudad de Sydney, en Australia. La ?nica explicación oficial dada al caso vino de boca del ministro australiano de Salud Publica, Mr. Jago, que aclaro que se trataba de ?deyecciones de polen no digerido de abejas que sobrevolaron la zona? (sic). El 3 de julio de 1977, una gran nube de heno sobrevoló la localidad inglesa de Devizes, descargando en pleno centro del pueblo.

Parece históricamente cierto que una terrible ola de calor sofocó Centroeuropa en el verano de 1132. Tanto fue el calor, se cuenta, que hasta el cauce del r?o Rin se secó por completo aquel a?o. En el otro extremo, en el invierno de 1709 se registraron tan bajas temperaturas en toda Europa que muchos de los canales de Venecia llegaron a helarse.

Hablando de fenómenos climatológicos extra?os, hay que citar que el 18 de febrero de 1979 nevó en el Sahara argelino durante media hora. Esta es la ?nica nevada ca?da en el Sahara de que se tiene constancia. M?s impensable y raro aun es saber que la superficie del r?o Nilo se ha llegado a congelar por completo en tiempos históricos al menos en dos ocasiones que se hayan comprobado: en los a?os 829 y 1010 de nuestra era.

Publicado: 22 Dic 2005 09:52
por DurinVII
Genios y genialidades

Los padres de Albert Einstein (1879 ? 1955) llegaron a temer muy seriamente que su hijo fuera retrasado mental, al ver que hablaba con mucha dificultad hasta los nueve a?os de edad. Y no es que entonces mejorase: al parecer, le costaba mucho poder responder hasta a las preguntas m?s sencillas. En el colegio arrastró unas calificaciones muy bajas, salvo en matem?ticas. Fracasó en su primer intento de ingreso en el Instituto Politécnico de Zurich y, al acceder al mercado laboral, tuvo much?simas dificultades en encontrar y mantener empleos. Pero, mientras tanto, ya estaba labr?ndose una de las aportaciones mas significativas de toda la historia de la ciencia. Y también una de las que mas pasiones encontradas desató en vida. Por ejemplo, en vida de Einstein se fundó una asociación en su contra; incluso, una persona fue llevada a los tribunales por incitar a su asesinato, y condenada a pagar una irrisoria multa de seis dolares. Algo después, se publicó un libro con el titulo Cien autores contra Einstein, ante cuya publicación Einstein exclamó: ?Si yo no tuviera razon, ”bastaria con unos solo!?. En el otro platillo de la balanza, cabe recordar que en 1952 le fue ofrecida la presidencia del recien creado estado de Israel. Rechazo el ofrecimiento ?por no tener cabeza ?dijo-, para los problemas humanos. Albert Einstein fue sucesivamente ciudadano aleman, suizo y norteamericano, lo que le llevó a reflexionar p?blicamente: ?Si la teoria de la relatividad se revela justa, los alemanes dir?n que soy aleman, los suizos que soy suizo y los franceses que soy un gran cient?fico. Si resulta falsa, los franceses dir?n que soy suizo, los suizos que aleman y los alemanes que soy jud?o?.

El matem?tico suizo Leonhard Euler (1707 ? 1783) dejo tantos manuscritos inéditos (unos novecientos) que cincuenta a?os después de su muerte todav?a estaban siendo publicados por primera vez. Sus obras escogidas (no completas) fueron editadas a partir de 1910 y ocuparon finalmente 72 vol?menes, y ello a pesar de que habiéndose quedado ciego tuvo que trabajar de memoria los diecisiete ?ltimos a?os de su vida.

El cient?fico brit?nico William Thomson (1824 ? 1907), mas tarde nombrado lord Kelvin of Largs, nombre por el que es m?s conocido en la historia de la ciencia, ingresó a los diez a?os y cuatro meses, en octubre de 1834, en la Universidad de Glasgow.

Entre los dibujos de dise?os e invenciones legados por Leonardo da Vinci (1452 ? 1519) los expertos han cre?do reconocer prototipos y antecedentes de, al menos, los siguientes artilugios actuales: el paraca?das, el chaleco salvavidas, la bomba de agua, las aletas para natación, la perforadora de pozos, el barco impulsado por paletas, el carro sin caballos (es decir, el automóvil), la cadena de rodillos, la pistola de vapor, la turbina de agua, una maquina para pulir lentes, las granadas de fragmentación, la ametralladora, el aeroplano, el helicóptero y el submarino. Se dice que Leonardo también inventó el primer despertador del que se tiene noticia, que consist?a en un dispositivo que frotaba los pies del durmiente. Asimismo, se ha comprobado que tuvo nociones o intuiciones respecto a conceptos tan modernos como la fabricación en cadena, los fósiles, la circulación de la sangre, teor?as astronómicas no geocéntricas y otras muchas relativas a la ca?da de los cuerpos y la anatom?a. Su poder de observación y su gran habilidad para el dibujo eran tales que sus dibujos de ondas y burbujas en el agua solamente pudieron ser mejorados por la c?mara fotogr?fica. Sin embrago, gran parte de su genio resultó ser infructuoso. Guardó estas ideas para si mismo, anotadas en voluminosos cuadernos de notas explicativas escritas de derecha a izquierda, que solo pueden ser le?das en un espejo, hurtando la mayor?a de aquellos avances a los ojos de sus contempor?neos. La mayor parte de sus cuadernos no se publicaron hasta bien entrado el siglo XIX, e incluso algunos de ellos permanecieron desaparecidos durante siglos. Por ejemplo, los cuadernos fueron encontrados y dados a la luz en 1965 en la Biblioteca Nacional de Espa?a de Madrid. De la capacidad y tesón de Leonardo da Vinci da fe el hecho de que, cumplidos ya los sesenta a?os, sufrió un ataque de par?lisis que le inmovilizó el brazo derecho: él no se arredró por ello y r?pidamente aprendió a pintar con la mano izquierda.

La actriz polaca Helena Modjeska (1844 ? 1909) era enormemente popular en su pa?s gracias a la calidad interpretativa y al realismo con que actuaba. En cierta ocasión se le pidió que dirigiese unas palabras a los comensales de un banquete oficial al que hab?a sido invitada durante una breve estancia en otro pa?s europeo. La portentosa actriz se levantó y comenzó a hablar en polaco ante los sorprendidos comensales que nada sab?an de esta lengua. Sin embrago, superado el primer momento de estupor, los oyentes se emocionaron ante la emotividad transmitida por el discurso de la actriz, que todos aplaudieron fervorosamente, aunque nadie llegó a comprender ni una sola palabra. Lo mas extraordinario del caso es que, seg?n confesó después Helena Modjeska, no hab?a hecho mas que recitar una y otra vez, emocionadamente, esos si, el alfabeto polaco.

Seg?n sus biógrafos, si hay alg?n cient?fico que se ajusta al tópico de sabio despistado, este es el ingles Isaac Newton (1642 ? 1727). Por ejemplo, se cuenta que, en cierta ocasión, queriendo Newton determinar el tiempo optimo de cocción de un huevo, se puso a comprobarlo experimentalmente. Para ello llenó un puchero de agua, lo puso al fuego e introdujo en el su magnifico reloj de bolsillo, mientras ansioso, huevo en mano, vigilaba el tiempo que iba transcurriendo. Pero no fue este, ni mucho menos, su ?nico despiste famoso. Él mismo contó que, siendo aun un muchacho, entró un d?a en la cuadra de la granja donde viv?a arrastrando por las riendas a un caballo, sin darse cuenta de que el caballo se hab?a zafado. Sus despistes fueron muchos y variados. Quienes lo conocieron en sus tiempos universitarios aseguraron que muy a menudo se olvidaba de comer y hasta de dormir (cierta vez estuvo cuatro d?as seguidos sin hacerlo), abstra?do en sus reflexiones. También se equivocaba de puertas o se olvidaba por completo de que tenia invitados en cuanto de ausentaba por alg?n motivo de la sala en que estos se hallaban, dirigiéndose hacia su laboratorio y no regresando en horas. Sol?a vestir de manera desastrada, sin peinar y hasta sucio, por puro olvido del m?s elemental cuidado personal. No era raro verle sentado en cualquier camino de la Universidad de Cambridge, trazando en el suelo enrevesadas figuras geométricas, mientras sus alumnos y compa?eros lo sorteaban, tratando de no estropear aquellos incomprensibles dibujos. Esos mismos alumnos que elud?an sus clases porque, muchas veces, no eran sino indescifrables peroratas ensimismadas.
Otro de sus despistes habituales era olvidar comunicar sus descubrimientos. Incluso anotaba complicad?simas operaciones matem?ticas en cuadernos y papeles que dejaba en cualquier parte y nunca m?s volv?a a encontrar, con lo que ten?a que rehacerlas después. Se cuenta que en 1684 muchos de los cient?ficos ingleses de la época manten?an un famoso e important?simo debate sobre las leyes del movimiento de los cuerpos celestes. Este debate surgió a ra?z de un encuentro mantenido en enero de aquel a?o por tres eminencias de la Royal Society de Londres: Robert Hooke, Christopher Wren y Edmund Halley, en el que al no llegar a un acuerdo, Wren, arquitecto de la catedral de San Pablo, ofreció un premio al primer cient?fico que lograse demostrar convincentemente las leyes del movimiento de los astros. Como pasaban los meses y nadie se atrev?a a hacerlo, Halley decidió visitar a Newton en Cambridge. En el curso de la conversación, le pregunto por las orbitas de los cuerpos celestes, a lo que Newton contesto que eran el?pticas. ?æCómo lo sabe??, volvió a preguntar Halley. Y Newton repuso: ?Las calcule hace tiempo?. Halley, ansioso y sorprendido, le pidió que le mostrase esos c?lculos, pero Newton fue incapaz de encontrarlos, as? que no tuvo mas remedio que prometerle que los volver?a a hacer y se los har?a llegar, promesa que cumplió r?pidamente.
Poco amigo de alegr?as y sonrisas, no consta que Newton se tomara a broma sus continuas distracciones. (Se cuenta, a ese respecto, sin duda de modo exagerado, que solo se le vio re?r francamente un d?a que un alumno le pregunto cuanto podr?a valer un obsoleto libro de Euclides). No obstante, Newton, como suele pasar con los verdaderos despistados geniales, era a la vez muy metódico. A este respecto son famosos los diferentes cuadernos (gran parte de los cuales se conservan) en que anotaba su actividad diaria, desde la mas importante a la mas cotidiana. Por ejemplo, se conserva su cuaderno juvenil ?de pecados?, en que anotaba diaria y escrupulosamente cuanto pecado hubiera cometido ese d?a (cosas tales como ?impertinencia con mi madre? o ?robo de cerezas?)
Pero no se acaban ah? los rasgos curiosos de la personalidad de Newton. Sent?a, por ejemplo, una verdadera pasión por los experimentos, a los que se entregaba en cuerpo y alma. Para estudiar la forma en que el ojo humano capta la luz se dedicaba a mirar al Sol con un solo ojo e incluso presionaba con un punzón su globo ocular para alterar moment?neamente la curvatura de la retina y constatar las variaciones que ello implicaba. En cierta época de su vida, efectuó complej?simos c?lculos sobre las medidas del arca de la Alianza, el templo de Salomón o, en otro orden de temas, las leyes de la propagación histórica de las plagas de langostas en relación a la velocidad de expansión del Islam. No es raro, por tanto, que en el ambiente premoderno en que vivió, su interés cayera finalmente en la alquimia, efectuando innumerables experimentos qu?micos que llegaron a afectar seriamente a su salud, al provocarle una peligrosa intoxicación de mercurio.
Por otra parte, la celebre disputa surgida entre Newton y Gottfried Wilhem Leibniz (1646 ? 1716) a causa del reconocimiento publico de cual de los dos hab?a enunciado en primer lugar el método matem?tico del calculo infinitesimal fue enconada y muy violenta. Actualmente, se sabe con casi total seguridad que fue Newton quien lo hizo en primer lugar, aunque tardó mucho m?s en publicar sus conclusiones y por tanto estas no pudieron ser conocidas previamente por Leibniz. Por ello, en realidad, ambos han de compartir ese honor. Pero en aquellos tiempos la controversia alcanzó repercusión a escala internacional, participando en ella, en un bando u otro, numerosos cient?ficos. Un gran numero de art?culos defendieron p?blicamente la candidatura de Newton, aunque casi todos ellos fueron redactados por el propio Newton y publicados con el nombre de sus amigos. Leibniz acudió a la mediación de la Royal Society brit?nica, sin dar importancia al hecho de que el presidente de aquella asociación era precisamente su oponente, Isaac Newton. Éste, benefici?ndose de ello, hizo nombrar una comisión que estudiara el caso formada totalmente por partidarios suyos. No satisfecho con ello, redactó personalmente el informe final de la comisión y forzó a la Royal Society a que lo publicase. El informe, lógicamente, daba toda la razon a Newton, estigmatizando a Leibniz como plagiario. Newton incluso redacto un resumen anónimo del informe para los anales de la Sociedad y manifestó repetidamente en publicó su gran satisfacción por haber ?roto el corazón de Leibniz?. Y es que, de igual modo que ninguno de sus contempor?neos y sus biógrafos pone en cuestión su genialidad, tampoco dudan al calificar a Newton de persona cruel, insensible, vanidosa y extremadamente ambiciosa. La carrera publica de Newton, el primer cient?fico de la historia que obtuvo un titulo nobiliario por sus actividades cient?ficas, culminó al obtener el lucrativo puesto de director de la Real Casa de Moneda, puesto desde el que desató una incre?ble y despiadada campa?a contra la falsificación de monedas, que condujo a la horca a no pocos hombres.

El compositor ruso Serguei Prokofiev (1891 ? 1953) compuso una opera, El gigante, cuando solo tenia siete a?os, y usando ?nicamente las teclas blancas de su piano.

El gran pianista y compositor ruso Serguei Vassilievich Rachmaninov (1873 ? 1943) es considerado como el m?sico de primera fila poseedor de la mayor envergadura digital, pues con sus dedos alcanzaba hasta 12 teclas blancas de un piano convencional, lo que, seg?n se asegura, le permit?a producir con la mano izquierda un acorde de Do, Mi bemol, Sol, Do, Sol.

Seg?n se ha calculado, Félix Lope de Vega (1562 ? 1635) escribió entre mil quinientas y dos mil doscientas obras de teatro, que sumarian en conjunto unas ciento treinta y tres mil paginas, con unos veinti?n millones de versos (lo cual le convertir?a sin ninguna discusión en el dramaturgo mas prol?fico de la historia), de los cuales solo se conservan 426 obras y 42 autos sacramentales. Esta ingente actividad creativa, que hizo que Miguel de Cervantes le llamara ?Monstruo de la Naturaleza?, comenzó con una sorprendente precocidad. Al parecer, Lope de Vega ya le?a en lat?n a los cinco a?os y tradujo a Claudio cuando ten?a diez. A los doce, adem?s de saber ta?er instrumentos musicales, cantar y manejar la espada con br?o y habilidad, hab?a completado su primera obra en cuatro actos, El verdadero amante. Sin embargo, pese a su evidente precocidad y genio, siempre se mostró acomplejado por su origen plebeyo (proven?a de una humilde familia santanderina de la Vega de Carriedo), por lo que al comenzar su actividad literaria a?adió a su nombre un segundo apellido (y Caprio), que en realidad pertenec?a a un t?o suyo, inquisidor de Sevilla. De este asunto también hizo burla, en su enconada disputa, Lu?s de Góngora, que si hab?a tenido cuna noble.


Grandes amantes

Seg?n las crónicas, el califa Abderraman II de Córdoba (793 ? 852) solo hacia el amor con v?rgenes, y obviamente nunca con la misma mujer.

A juzgar por los comentarios de los cronistas de la época, Napoleón Bonaparte (1769 ? 1821) fue protagonista de una actividad amorosa incesante durante su explosivo matrimonio con Josefina. De hacer caso a los biógrafos, los gritos y jadeos de la pareja asustaban a todo el palacio en los momentos de m?ximo ardor. Seg?n confesó Josefina, a Napoleón le gustaba el sexo veloz y furioso, ?como un bombero apagando un fuego?. Al parecer, el ardor de la pareja era tal que, en su noche de bodas, el perro de Josefina, creyendo que Napoleón hacia da?o a su ama, se abalanzó contra el y le mordió.

El rey Carol de Rumania (1893 ? 1953) fue, al contar de las crónicas, lo que se conoce como un verdadero atleta sexual. Se dice que ?debido al anormalmente largo órgano sexual? de su majestad era necesario ampliar quir?rgicamente la capacidad vaginal de sus amantes, so riesgo de que estas, caso de no hacerlo as?, muriesen ?como consecuencia de roturas del perineo?.

Aunque se la tiene por egipcia, la famosa faraona Cleopatra (69 ? 30 a. de C.) nació en Macedonia, hija de Tolomeo XI Auletes. Cual era costumbre entre los faraones, se casó con dos de sus hermanos: Tolomeo XII Dionisio y Tolomeo XIII, y fue amante de Julio Cesar y de Marco Antonio. Su éxito entre los hombres parece que alcanzó cotas inusitadas. Se supone que se inició en el arte amatorio a los doce a?os. Posteriormente, fue una alumna aventajada de las cortesanas del Ninfeo, el mas afamado burdel de Alejandr?a. La experiencia le debió resultar gratificante, puesto que a?os después mandó construir un templo como residencia para sus cientos de jóvenes amantes, a quienes se les administraban drogas para aumentar su lujuria y voluptuosidad. Con ellos practicó tanto dicho arte que, a juzgar por los testimonios que nos han llegado, y a pesar de que, al parecer, no pose?a una belleza demasiado espectacular, aunque si un atractivo irresistible, llego a ser una consumada maestra, tanto en técnica, como en resistencia: se afirma que era capaz de yacer con cien hombres en una sola noche. No es extra?o, a juzgar por estos antecedentes, que tanto Julio Cesar como Marco Antonio cayeran rendidos, acaso literalmente, a sus pies.

El general chino Chang Chung Chang (1880 ? 1935) fue durante muchos a?os un conocido y admirado amante que domino la escena galante de la corte manch? de la China de comienzos del siglo XX. El general era m?s conocido, por razones anatómicas obvias, como ?el general de las tres piernas? y ?Chang, ca?ón del setenta y dos?.

Publicado: 22 Dic 2005 10:45
por nar-loke
Tio, te envidio por tener tanto tiempo libre y tanta santa paciencia para escribir esta monumental parrafada la cual es la primera que no he conseguido leer completa. :shock: :shock: :shock:

Publicado: 22 Dic 2005 12:12
por DurinVII
Hombre, no lo he copiado todo hoy... esto lo llevo haciendo desde hace algo mas de un mes... y es muy ameno de escribir, al ir por parrafos cortos... De todos modos te recomiendo un "corta-pega" a un documento Word, e ir leyendolo a ratos libre, porque merece la pena...

Un saludo,

Publicado: 25 Dic 2005 11:06
por ANNATAR14
y luego os quejabais de mi :cry: :cry: :cry: :cry: :cry: :cry:

Publicado: 26 Dic 2005 14:54
por nar-loke
si pero es que t? escrib?as tres o cuatro de estos todos los d?as :D

Publicado: 27 Dic 2005 01:08
por alfon82
Muy interesante, a ver si puedes poner los datos del libro!